El calor y los cambios de hábitos durante esta época del año pueden descompensar tus niveles de glucosa. A continuación, te damos algunos sencillos consejos que pueden ayudarte a mejorar tu control de la diabetes.
El verano es esa época del año en la disfrutamos de más horas de luz y pasamos más tiempo al aire libre. Cuando llegan las vacaciones dormimos más horas, bajamos los niveles de estrés, comemos más fuera de casa o ¡nos vamos de viaje! El cambio de hábitos puede convertirse en todo un reto para mantener nuestros niveles de glucosa en rango. Por eso, es más necesario que nunca llevar un buen control de la diabetes.
¿Qué debemos tener en cuenta para llevar a cabo un mejor control de la diabetes en verano?
- Evita las temperaturas excesivamente altas
El calor y los niveles de glucosa estables no son buenos amigos. De hecho, con el calor aumentan las hipoglucemias. Si sientes mareo, sudoración o dolor de cabeza, ¡alerta! Aunque pienses que estas sufriendo un golpe de calor, podría tratarse de una bajada de la glucosa. Asegúrate realizando un buen control glucémico.
- Vigila con la sudoración
Las altas temperaturas y el incremento del ejercicio físico durante las vacaciones producen más sudoración de lo habitual. Si utilizas dispositivos de infusión continua de glucosa o sensores, es más fácil que se despeguen de la piel, así que controla a menudo que estén bien sujetos.
- Cuida de la insulina
El sol y las altas temperaturas también influyen en la conservación de la insulina. Antes de abrirla, consérvala en la nevera entre 2oC y 8oC. Es muy útil disponer de una pequeña nevera portátil para llevarla durante tus escapadas. Posteriormente, durante su uso debe mantenerse por debajo de los 30oC.
- En la playa, sigue las recomendaciones básicas
No te pedimos que no vayas a la playa o a la piscina, ¡en verano es necesario refrescarse! Pero ten la precaución de evitar que la insulina se caliente en exceso. Además, si eres portador de un infusor de insulina, será mejor que lo desconectes cuando quieras darte un chapuzón. Por lo demás, como cualquier otra persona, utiliza la protección solar adecuada a tu tipo de piel, evita las exposiciones solares prolongadas en las horas centrales del día y, sobre todo, hidrátate. Sólo si sufres alguna afectación macrovascular o microvascular secundaria a la diabetes, ya sea neuropatía o angiopatía diabética, extrema la precaución en el cuidado de los pies para evitar el riesgo de heridas o quemaduras que puedan dar lugar a posibles infecciones.
- Controla la alimentación
Durante las vacaciones es habitual cambiar las rutinas de alimentación: comemos más fuera de casa o lo hacemos a deshoras, por eso es especialmente importante llevar un buen control de los carbohidratos que ingerimos. ¿Qué puede ayudarte? Existen aplicaciones para teléfonos móviles, que pueden serte muy útiles para contar los carbohidratos que hay en un plato de comida y, de esta forma, facilitarte el control de los niveles de glucosa. En general, evita las bebidas alcohólicas y las comidas copiosas, y apuesta por menús ligeros y equilibrados.