Sustos y problemas de las terapias MDI

Intentar imitar la secreción de insulina de un páncreas normal es un verdadero reto para el que disponemos de dos formas de tratamiento en la DM1: múltiples dosis de insulina (MDI) o infusión subcutánea continua de insulina (ISCI).

En el día a día de los pacientes la terapia MDI puede tener diferentes inconvenientes. Algunos de ellos son:

Zonas de inyección:

Administrar 4-6 inyecciones diarias, a pesar de que se contemple bien la técnica, se haga el recambio adecuado de la aguja (un solo uso) y se roten los sitios de inyección; es muy frecuente la presencia de zonas de lipodistrofias que hacen la absorción de la insulina muy irregular llevando a oscilaciones de la glucosa muchas veces inexplicadas.

Tiempos de acción estándar:

La insulina basal administrada en 1-2 dosis tiene un perfil de acción muy plano a lo largo del día y es sabido que las necesidades basales de insulina no son exactamente así. Por ejemplo: nos podemos encontrar un aumento de requerimientos basales a primera hora de la mañana (fenómeno del alba) que una insulina basal de acción plana administrada por la noche no es capaz de solventar.

La insulina rápida igualmente es la misma y tiene los mismos tiempos de acción en todas las comidas de forma que no se adapta bien a comidas con diferentes índices glucémicos, ingestas más prolongadas en el tiempo, digestiones lentas o comidas imprevisibles como puede ser un banquete en el que no sabes qué te van a servir exactamente.

Ejercicio:

Es otro gran reto al que podemos enfrentarnos razonablemente si éste es programado, adaptando las dosis de insulina previas a su realización. Pero en muchas ocasiones, esto no es posible y tenemos una cantidad de insulina inyectada (“insulina a bordo”) que nos obliga a hacer ingestas de hidratos muy molestas durante la actividad física. 

Privacidad, higiene y comodidad:

Aunque tener diabetes no debería ser un inconveniente para realizar los autocuidados que se precisan públicamente, la realidad es que muchas personas desean evitar preguntas y miradas que le resultan incómodas. Administrarse la insulina implica para estas personas la necesidad de buscar un lugar con la suficiente intimidad e higiene para hacerlo correctamente. Recordemos que esto hay que hacerlo varias veces al día lo cual puede llegar a ser engorroso cuando se está de viaje, por ejemplo.

Por todo lo expuesto, en ocasiones, la terapia MDI no consigue un buen control metabólico en los pacientes lo cual es realmente frustrante. Además en aquellas personas con diabetes especialmente inestable o con requerimientos de insulina muy bajos, la terapia MDI no se adapta bien a sus necesidades con alto riesgo de hipoglucemia.