Ventajas de la terapia con bomba: cómo puede mejorar mi día a día

La terapia ISCI nos puede solucionar muchos problemas cotidianos pero es importante tener unas expectativas realistas respecto a esta forma de tratamiento. No nos permite olvidarnos de la diabetes porque “todo lo hace la bomba”, sino todo lo contrario. Vamos a tener que aprender conceptos nuevos y el manejo de la diabetes por parte del paciente pasa a ser muy avanzado.

Entonces ¿por qué me puedo plantear una terapia ISCI? Fundamentalmente por la libertad que nos ofrece, ya que es una terapia tremendamente flexible y se puede acomodar de una forma más individualizada a las necesidades del paciente.

La dosis de insulina basal programada en la bomba es diferente a lo largo de los distintos tramos horarios del día, de forma que podemos aumentar o disminuir la infusión basal de forma programada a diario. Esto es una funcionalidad muy útil para aquellas personas con un marcado fenómeno del alba ya que evita hiperglucemias a primera hora de la mañana que hacen que el resto del día cueste mucho reconducir.

Además la dosis basal podemos programarla de forma diferente en distintos días, por ejemplo, días laborables o fines de semana. Especialmente en pacientes cuya actividad laboral sea físicamente muy intensa y los fines de semana suelan ser más sedentarios, o al revés.

Incluso dentro del mismo día, ante una actividad física inesperada podemos bajar temporalmente la dosis basal infundida para evitar hipoglucemias, pudiendo decidir tanto la cuantía como la duración de dicho descenso. De igual manera podemos subir dicha basal en caso de aumentos de necesidades insulínicas puntuales como por ejemplo una infección urinaria con picos febriles.

Por otro lado, la terapia con ISCI también nos puede permitir administrar un bolo de insulina prandial más adecuado a las ingestas que se hagan en cada momento, no sólo en cuanto a la cantidad de los hidratos de carbono consumidos sino también a la calidad de los mismos (de absorción más o menos rápida). Podemos diseñar bolos de diferente morfología de forma que se administren bolos más prolongados para comidas de absorción más lenta o incluso bolos “duales” o “mixtos” en el que un porcentaje del bolo se administre de forma inmediata y otro porcentaje a lo largo de un período de tiempo a decidir por el propio paciente.

Por último, los recambios de la cánula de administración de insulina se han de hacer cada tres días, de forma que reducimos de forma importantísima el número de inyecciones diarias, haciendo descansar las zonas de punción.

Con toda esta flexibilidad que aporta la bomba, se suelen alcanzar mejor los objetivos de control glucémico, se disminuyen las hipoglucemias, porque la terapia es más certera en las dosis y las formas de administrarla. Ayuda mucho a conocer mejor la diabetes lo cual facilita el control metabólico y aporta un confort importante a la persona lo que redunda en mejor calidad de vida. ​