El sistema de infusión de una bomba de insulina tradicional consta de tres partes:
- Un depósito o cartucho de insulina (que puede ser precargado o cargarlo el propio paciente desde una pluma o un vial).
- Un catéter por el que discurre la insulina que puede ser de mayor o menor longitud según distintos fabricantes y modelos.
- Y una cánula que es la parte más importante del sistema puesto que es la que va a la piel e infunde la insulina en el tejido subcutáneo según programación de la bomba.
De todas las partes del sistema, realmente es el catéter la más innecesaria, puesto que no es más que un tubo que conecta y canaliza la insulina desde el depósito de la bomba hasta la piel del paciente.
Dicho catéter, a determinados pacientes les ocasiona problemas en el día a día. Por ejemplo: a la hora de llevar la bomba puesta es deseable que el catéter sea largo para poderla llevar con comodidad (en el bolsillo, en el cinturón, para ir al wc…..) e incluso para dormir cómodamente sin necesidad de tenerla demasiado pegada al cuerpo. Sin embargo, un catéter demasiado largo puede ser también una fuente de problemas ya que se engancha con facilidad (es una queja muy frecuente en personas que tienen o trabajan con niños pequeños o en determinados trabajos físicos), puede acodarse y obstruirse interrumpiendo la infusión de insulina….etc. La microbomba tiene la ventaja de prescindir del catéter lo cual elimina importantes problemas de obstrucciones o enganches del mismo.
Por otro lado, en muchos pacientes, la discreción y privacidad es especialmente importante y no desean que la bomba sea vista por otras personas. De esta forma, la microbomba es más cómoda de llevar ya que se puede colocar en diferentes zonas del cuerpo. Esto hace que se adapte bien a la actividad física del paciente además de permitir ponerla en diferentes lugares en función de la actividad física que va a realizar o incluso la ropa que lleva puesta.
A lo que no quiere o debe renunciar un paciente que es usuario de bomba y desea disfrutar de las ventajas de una microbomba es a las funcionalidades completas de la terapia ISCI, es decir, la capacidad de programar diferentes perfiles basales y administrar bolos de distinta morfología.
Por todas estas razones, a la pregunta que nos planteábamos al principio, ¿para quién es útil la microbomba? Fundamentalmente para dos perfiles de pacientes: a) aquellos que realicen actividad física regularmente puesto que es más cómoda de llevar y b) aquellos que deseen discreción con su diabetes.