Para conseguir un buen control de la DM2, es importante que el paciente siga las recomendaciones terapéuticas sobre alimentación, ejercicio y fármacos. Si bien es cierto que el tomar varios fármacos para tratar diferentes enfermedades, la edad avanzada, el copago o el cómo tomar algunos fármacos (inyectables), pueden dificultar el cumplimiento de estas recomendaciones, éste puede mejorarse si:

- Hay conocimientos sobre la diabetes y las complicaciones asociadas, para prevenir su aparición.

- Se resuelven dudas en cuanto a mitos, creencias y desinformación.

- Se informa sobre la administración y la acción de los medicamentos, aclarando las posibles reacciones adversas de los fármacos.

- Hay un buen soporte familiar y social.

- Aprendemos a alimentarnos de una forma saludable y variada, hacer ejercicio y no tomarlo como “castigo”.

En ocasiones a los profesionales nos resulta complicado valorar el cumplimiento terapéutico. Es sencillo comprobarlo con las mediciones capilares (pues aportando el medidor se comprueba la frecuencia de controles) pero con la medicación es más complicado saber si se toma todo lo prescrito con la dosis y horario recomendados ya que no se hace recuento de pastillas o de insulina y la sola revisión de retirada de fármacos de la farmacia no implica el cumplimiento. Tampoco es fácil saber si se siguen las recomendaciones de alimentación o si realiza el ejercicio. Cuando no se alcanzan objetivos de control, puede que esa adherencia no sea buena.

La relación profesional-paciente debería de estar basada en la confianza mutua y el acuerdo ya que las tareas que ha de realizar el paciente exigen de su compromiso. “Comprometerse a todo” es un motivo de fracaso por no alcanzar todos los cometidos acordados, lo realista es “pactar“ hasta dónde puede comprometerse el paciente y “solicitar el apoyo” que necesite del profesional para conseguirlo. Será responsabilidad del profesional aconsejar lo que es más prioritario o lo que de no realizarse puede involucrar más riesgos, pero deberá consensuarse con el paciente.

DIETA

El cumplimiento de la las recomendaciones en alimentación supone una de las barreras más difíciles de afrontar. “Estar a dieta” suele asociarse a la idea de imposición o castigo. Cambiar el término por Plan de alimentación puede ayudar a salvar esa resistencia.

El cumplimiento se complica si ha de comer fuera de casa o si no dispone de un ambiente propicio, si quien ha de cocinar no se implica (en el caso de que no sea la misma persona).

Comer diferente del resto de la familia puede ser otro obstáculo tanto si es la persona con diabetes la que cocina como si no. El tener que usar la báscula o las tablas de equivalencias de alimentos en ocasiones es otra importante barrera. El sentir que se repiten siempre los mismos menús, aburre. No perder peso como se esperaba o sentirse “estancado”, frustra.

Los pacientes con DM2, pueden mejorar la adherencia al plan de alimentación:

• Con conocimientos sobre la dieta saludable, equilibrada y variada.

• Utilizando los alimentos recomendados que les resulten más apetecibles.

• Aprendiendo a usar medidas de referencia como alternativa a pesar los alimentos (vaso medidor, adaptar medidas a volúmenes, medidas caseras, método del plato, …).

• Entendiendo las etiquetas nutricionales.

• Pactando planes realistas.

• Solicitando apoyo familiar/social/profesional.

• Haciendo un registro de cuando falla y por qué motivo, para ser consciente de las causas y de la frecuencia de abandonos.

• Valorando las ventajas que le proporcionará comer sano y/o si tiene que perder peso.

EJERCICIO

La adherencia al ejercicio, se puede ver comprometida por la falta de hábito, el sobrepeso o la obesidad y las limitaciones de movilidad.

Algunas estrategias de mejora podrían ser:

• Conocimientos sobre las ventajas que aporta el ejercicio.

• Planificar ejercicio progresivo y adaptado. • Realizar ejercicio en grupo para motivar y retar.

• Que sea recomendado/revisado por el profesional.

• Convertirlo en rutina y planificarlo (poner una hora y unos días a la semana).

FÁRMACOS

La adherencia a la toma de fármacos puede verse también comprometida. Se considera una adherencia correcta la toma de, al menos, el 80% de las dosis prescritas. En muchas ocasiones y como ya venimos diciendo el paciente con DM2 tiene la concomitancia de toma de fármacos no solo para la glucosa sino también para el colesterol, la hipertensión, la circulación… Es importante conocer de los efectos que estos producirán, tanto beneficios como algunos efectos secundarios.

Puede ayudar el convertir en rutinas la ingesta de los fármacos, tener una hora para la toma, facilitar si han de tomar varios fármacos el tomarlos juntos a la misma hora, siempre que no sean incompatibles.

También y sobretodo en personas que dependan de cuidadores, usar las cajitas organizadoras de fármacos (semanales o diarios por horas) son un buen instrumento para aumentar la adherencia y una buena forma de revisar si ha habido fallos en las tomas.

Los fármacos de toma semanal deben de estar también en las rutinas, eligiendo el día de la semana y la hora más cómoda para realizar la toma o la inyección.

Cuando el tratamiento es con insulina es de vital importancia conocer bien las técnicas y cómo realizar los ajustes. Es de ayuda usar las tablas correctoras o conocer conceptos como el factor de sensibilidad a la insulina, en caso de usar insulinas rápidas, para personalizar ajustes de dosis.

Quiero resaltar en todo esto que la EDUCACIÓN TERAPEUTICA EN DIABETES es fundamental para contribuir a los conocimientos que el paciente ha de adquirir para, con ello, tomar las mejores decisiones sobre su compromiso con la terapia. El conocimiento sobre la enfermedad y sobre las ventajas que aportan en el tratamiento la alimentación, el ejercicio y los fármacos es el mejor potenciador de adherencia para la persona con diabetes tipo 2  que de esta forma se implicará en su autocuidado de forma consciente.