¿Qué entendemos por tecnología en diabetes?

La diabetes es una de las enfermedades más prevalentes en el mundo, por lo que la industria farmacéutica y las empresas tecnológicas han impulsado la aplicación de la tecnología para poder mejorar la calidad de vida de las personas con diabetes. ¿Cómo? Creando nuevos dispositivos que faciliten la gestión de la enfermedad. La tecnología no solo se aplica en estos dispositivos, sino que también en la investigación de nuevos tratamientos para mejorar el control de la diabetes y poder llegar a hablar de una cura en un futuro.

En este capítulo y en los dos siguientes, nos centraremos en la tecnología aplicada, no al tratamiento farmacológico, sino más dirigido a los dispositivos o herramientas que ayudan a la autogestión de la diabetes. Estas nuevas tecnologías permiten no solo aumentar la calidad de vida, sino mejorar también la adhesión al tratamiento y a la autogestión de la enfermedad para tomar mejores decisiones en el día a día. Y, de hecho, con estas nuevas tecnologías aprendemos todos; tanto los pacientes como los profesionales.

Aquí incluiríamos tanto los sensores de monitorización de glucosa y las bombas de insulina, como las plumas inteligentes de insulina, los medidores con mejores prestaciones o las aplicaciones móviles. Es cierto que la accesibilidad a éstos es distinta según el lugar de residencia, y la cobertura sanitaria de éstos también puede ser diferente según el tipo de diabetes y el tratamiento farmacológico que uno lleve. El planteamiento ideal sería que todas las personas con diabetes, dispongan de aquellos recursos que les permitan poder tener el mejor control posible adaptados siempre a sus necesidades. Es recomendable que los pacientes, cuidadores o familiares preguntéis a vuestros equipos de salud para saber cuál es la tecnología disponible y consensuar cuál podría ser la mejor opción de todas las posibles.

Tenemos que tener en cuenta que la tecnología por sí sola no es suficiente, sino que tiene que ir acompañada de Educación Terapéutica para que las personas con diabetes podáis sacar todo el partido a esta tecnología. Por desgracia, el acceso a la educación terapéutica no es universal y habrá que seguir luchando para conseguirlo. No solo hay que formarse en su uso técnico, sino en cómo aprovechar esa información y poder aplicarla. En muchas ocasiones cuando hay un cambio en un dispositivo, sea un medidor, una bomba o una aplicación, la adhesión a éste es alta al principio, pero suele decaer con el tiempo. Hay que conseguir que esa tecnología nos sirva para sacarle todo el partido y pueda mantenerse en el tiempo, consiguiendo así, un efecto a nivel de calidad de vida y mejor control.

Utilidad de la tecnología para la diabetes

¿En qué puede ayudarte la tecnología? Con estos sistemas podemos ser más conscientes de cómo está el control de la diabetes. Ver esa información resumida, con detección de patrones y sobre todo conociendo cómo analizarla, puede permitir aplicar cambios en la pauta de tratamiento para mejorar el control de la enfermedad.

La calidad de vida también puede mejorar, ¿cómo?, si reducimos al día el número de decisiones que una persona con diabetes tiene que tomar para poder controlar bien la patología, la percepción de la calidad de vida va a mejorar. Si tenemos dispositivos que permiten no realizarse o reducir el número de controles en sangre, reducir el número de pinchazos o de fármacos que tenemos que tomar cada día, usar dispositivos que aporten mejoras en la administración de insulina, tranquilidad y seguridad, también repercutirá en esta percepción. En el caso de realizar actividad física, permitirán adaptar mejor el tratamiento a ese ejercicio. De hecho, no solo mejorará la calidad de vida del propio paciente, sino que se verá plasmada directamente en la de sus cuidadores (por ejemplo, en el caso de los padres de niños con diabetes).

Si bien es cierto que podemos pensar que generalmente la tecnología es útil para todos, también puede no serlo. Lo importante también es individualizar y adaptarse a las necesidades y habilidades de cada persona.

Y ya para finalizar, concluir que la tecnología puede ayudarte a mejorar tanto el control de la diabetes como la calidad de vida, pero hay que remarcar que esta tecnología tiene que ir acompañada siempre de Educación Terapéutica para poder sacar el máximo rendimiento.

Carla cabre - Enfermera de Práctica Avanzada en Atención y Educación Terapéutica en diabetes.
Carla Cabré Font
Enfermera de Práctica Avanzada en diabetes.