El autocuidado de los pies, la clave para andar tranquilo

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el “pie diabético” como una infección, ulceración y/o destrucción de los tejidos profundos, relacionada con alteraciones neurológicas y distintos grados de arteriopatía en las extremidades inferiores.

El pie diabético es, por tanto, una complicación derivada de la diabetes en la que intervienen diferentes factores causales, entre los cuales se encuentran dos de las complicaciones crónicas de la enfermedad:

- Neuropatia: disminución de la sensibilidad nerviosa, menor percepción del dolor. La diabetes puede afectar los nervios de las piernas y los pies, produciendo una pérdida de sensación de dolor. Es lo que llamamos neuropatía periférica y esto es un problema porque sus pies pueden sufrir sin que usted sea consciente de la gravedad.

- Enfermedad vascular periférica; alteraciones en la circulación sanguínea y menor aportación de sangre a las extremidades inferiores.

Ambas complicaciones son debidas al daño que sufren los vasos como consecuencia del aumento de los niveles de glucosa en la sangre. Este daño provoca un fallo en la circulación de la sangre (isquemia periférica) y afectación en los nervios, llamada neuropatía, por la cual la persona con diabetis pierde sensibilidad en los pies, con el consiguiente riesgo de que se produzca una herida o lesión en el pie.

Las lesiones en el pie constituyen una de las mayores causas de morbilidad e incapacidad en las personas con diabetes.

Aproximadamente un 15% de las personas con diabetes desarrollarán una úlcera en el pie a lo largo de su vida. Y entre el 7 y el 20% de éstas sufrirá finalmente una amputación. A nivel mundial se ha calculado que cada año, aproximadamente, cuatro millones y medio de personas desarrollan una nueva úlcera de pie diabético.

La educación sanitaria sobre el cuidado del pie es un pilar básico en la prevención de las complicaciones del pie diabético, La mayoría de los problemas de los pies de las personas con diabetes son evitables. La prevención más eficaz es la que realiza el propio paciente, por ello es importante que aprenda cómo cuidar sus pies y detectar precozmente cualquier lesión que pueda aparecer en ellos.

Control de la Diabetes Mellitus

El buen control de la enfermedad evitará la pérdida de sensibilidad en sus pies y también ayudará a prevenir la evolución de las complicaciones.

  • Control metabólico óptimo
  • Alimentación equilibrada.
  • Ejercicio físico regular
  • Control de peso, de la tensión arterial y de los niveles de colesterol.
  • Alcohol; evite su consumo
  • Tabaco; abandono del hábito tabáquico

Autoinspección diaria del pie

La inspección regular de los pies para detectar posibles alteraciones, es una parte fundamental en el cuidado de la diabetes. Para ello es importante tener en cuenta dos factores importantes;

-Movilidad y flexibilidad; necesaria para poder llevar a cabo la observación correcta de la totalidad del pie.

-Agudeza visual óptima; para poder detectar posibles lesiones en la piel.

Las personas con movilidad limitada y buena visión pueden llevar a cabo la inspección de los pies ayudándose de un espejo.

En caso de no tener las habilidades necesarias para llevar a cabo una correcta inspección de los pies, se recomienda pedir ayuda a una segunda persona; familiar, cuidadora principal, etc.

Valoraremos;

- Inspección general; detección de lesiones pre ulcerosas; helomas (callos), ampollas, laceraciones, etc.

- Zonas interdigitales; valorar estado de la piel, existencia de lesiones, micosis (hongos), etc.

- Zona talón; aparición de grietas.

- Especial atención si presenta deformidades del pie; dedos en garra, hallux valgus o juanetes.

- Uñas; aparición onicomicosis (hongo ungueal)

Muy importante: Ante la aparición de cualquier tipo de alteración de la piel, heridas, cambios de coloración o cambios de temperatura de la extremidad, deberá acudir a su centro de salud.

También debe consultar con su profesional sanitario de referencia en caso de presentar algunos de estos síntomas: 

  • Hormigueo o sensación de tener los pies entumecidos.
  • Sensación de “quemazón” en los pies
  • Dolor en los pies o piernas al caminar.

Este tipo de sintomatología sería indicativa del inicio de neuropatía periférica

Higiene

Lave e inspeccione sus pies a diario.

El agua debe estar a una temperatura menor de 37 °C, compruebe la temperatura con el dorso de la mano o un termómetro, nunca con el pie directamente. Un jabón neutro o graso le ayudará a mantener el pH de su piel.

No se deben dejar los pies en remojo, puede causar maceración de la piel.

Secado

El secado debe realizarse con toallas de tejido suave, prestando especial atención a los espacios interdigitales. Seque con suavidad, por presión, mediante suaves toques, evite la fricción.

Hidratación

Es necesario aplicar crema hidratante en todo el pie, especialmente en el talón, evitando los espacios interdigitales, pues la humedad que provoca la crema en esta zona, favorece las infecciones por hongos.

Se recomienda utilizar cremas hidratantes con un alto contenido en urea (entre un 15% y un 25%)

Cuidado de las uñas

Se recomienda cortar o limar las uñas de tus pies después del baño, pues el agua tibia ayuda a ablandar la uña, haciendo que el corte sea mucho más simple.

Las uñas deben cortarse siempre rectas y nunca ovaladas. Las esquinas de las uñas no deben ser redondeadas sino siempre rectas, pues las esquinas redondeadas aumentan las posibilidades de padecer uñas encarnadas.

Se limarán también las uñas distróficas o demasiado gruesas.

Utilice tijeras de punta roma o lima de cartón para minimizar el riesgo de heridas accidentales.

Nunca utilizar tijeras con punta, alicates de manicura, hojas de afeitar, navajas o limas metálicas.

Importante: No utilizar parches queratolíticos ni caústicos para tratar las hiperqueratosis ni los helomas (duricias y callos). Evitar la utilización de fuentes de calor para evitar quemaduras (estufas, bolsas de agua caliente, etc.)

Uso de calcetines y medias

- Utilizar calcetines sin costuras de algodón, hilo o lana y que no compriman el pie.

- No se recomienda utilizar medias hasta la rodilla, ya que con las gomas pueden ejercer presión. Mejor utilizar medio tipo panti.

Uso de calzado adecuado

El 80% de las complicaciones que afectan al pie del paciente con diabetis, están causadas por el uso de un calzado inadecuado. Es muy importante escoger un calzado que cumpla las funciones de estabilidad, transpiración, sujeción del pie y aislamiento térmico. Se aconseja anteponer la comodidad a la estética.

Recomendaciones:

- Calzados de piel natural, de superficies interiores lisas, sin costuras para evitar lesiones y contrafuerte semirrígido para asegurar una correcta estabilización del pie.

- Pala: (antepié) debe ser amplia y alta para permitir una correcta movilización de los dedos. De material flexible tipo licra.

- Ancho; se recomienda que sea de entre 14 y 16 cm para permitir un buen ajuste de la morfología del pie.

- Tacón; de entre 2 y 4 cm altura con una buena superficie de apoyo para mejorar la estabilidad. 

- Suela; antideslizante para evitar posibles caídas.

- Sujeción; puede ser con velcro, en casos de déficit visual, o bien de cordones si no existen problemas de movilidad ni de flexibilidad articular.

Utilizar el calzado adecuado es parte del tratamiento preventivo de las lesiones en el pie diabético.

Recuerde: 

- Las personas con deformidades o callosidades en los pies, deben utilizar un calzado especial.

- A la hora de comprar zapatos, conviene probar siempre los dos pies y a última hora del día, cuando los pies están más hinchados.

- Se recomienda tener, al menos, dos pares de zapatos para alternarlos diariamente.

- Cuando estrene zapatos, hay que empezar a usarlos poco tiempo los primeros días, aumentando progresivamente el tiempo de uso.

- Diariamente, antes de utilizar el calzado, se debe comprobar con las manos su interior para descartar la presencia de cuerpos extraños o zonas de roce.

- Evite caminar descalzo, sobre todo en la playa. Igualmente, hay que tener cuidado con el uso de calzado playero como sandalias, chanclas, etc., para prevenir los roces.

El zapato debe adaptarse al pie y no el pie al zapato

El cuidado meticuloso de los pies es necesario para mantener su calidad de vida y prevenir las complicaciones derivadas de la diabetes. El autocuidado de los pies ha demostrado reducir el riesgo de amputación en un 50%.

Recuerde que los problemas en los pies pueden ser indoloros pero muy graves

 

Fuentes: 

Viadé J, Royo J. Pie Diabético. Guía para la práctica clínica, 2ª ed. Madrid Editorial Médica Panamericana; 2013

International Diabetes Federation. Clinical Practice Recommendation on the Diabetic Foot: A guide for health care professionals : International Diabetes Federation, 2017.

International Diabetis Federation. Diabetes atlas, 10 th ed. Bruselas: International Diabetes Federation; 2021. Disponible en: http://www.diabetesatlas.org/.

Alvarez Hermida, A, et al .Abordaje integral del paciente con DM2 en enfermería y medicina. © Fundación redGDPS, 2021

The International Working Group on the Diabetic Foot. Guidelines on the prevention of foot ulcers in persons with diabetes IWGDF 2023

American Diabetes Association. Standars of Care in Diabetes- 2023. Diabetes Care. Enero 2023,volumen 46

Paloma Prats de la igleisa
Paloma Prats de la Iglesia
Enfermera de Familia y Comunitaria en el EAP Raval Sud (Barcelona)